Niños entre 11 y 12 años sometidos a nadar hasta 50 KM a la semana en preparación para Londres 2012.


La investigación se ha realizado sobre 17 grupos de entrenamiento de natación competitiva donde se ha puesto en evidencia que los jóvenes nadadores invierten demasiado tiempo en la piscina y son sometidos a demasiada presión. Niños de 11 y 12 años suelen nadar 50 Km a la semana, según Melanie Lang, de la Universidad Metropolitana de Leeds.

Con 14 años, muchos recorren 64 Km a la semana –el equivalente aeróbico de correr más de 250 Km- además de invertir tiempo en el gimnasio y después buscar espacio para el trabajo escolar.

"Me preocupa porque esta excesiva formación de los jóvenes atletas pueden invertir los beneficios de la participación deportiva," dijo la Sra. Lang en la conferencia anual de la British Educational Research Association en Edimburgo.

"Se elimina el elemento de diversión que es lo primero atrae a tantos jóvenes al deporte. Se puede inhibir el crecimiento óseo y el desgaste mental y aumentar el potencial de lesiones y abandono”. En efecto, los ex nadadores citan con énfasis en la frecuencia e intensidad de los entrenamientos como uno de los principales factores para abandonar el deporte.

"Los nadadores de élite empiezan sus entrenamientos de alto rendimiento antes que en cualquier otro deporte. Con 11 o 12 años ya están invirtiendo hasta 27 horas a la semana en la piscina. En comparación, otros deportes en Inglaterra empiezan a esa edad la etapa de desarrollo recomendando dedicar de 4 a 4 horas y media".

Los agotadores programas de entrenamiento en Gran Bretaña fueron introducidos por el australiano Bill Sweetenham, ex director nacional de rendimiento, y que en Pekín ha permitido alcanzar una gran transformación de los resultados británicos. Tres cuartas partes de los 137 jóvenes nadadores seleccionados en el programa 2012 rivalizan entre si para poder obtener un puesto en el siguiente escalón que les debe llevar a la olimpiada, no solo son nadadores de 16 años, sino también con 12 años son sometidos a una gran presión”

“Los nadadores están obligados a un estricto cumplimiento de las normas y a cumplir en todos los entrenamientos. Aquellos que transgreden la dura disciplina son castigados después del informe mensual de su entrenador y en ocasiones apartados de su grupo de entrenamiento. Una de las reglas dice que durante el entrenamiento nadie puede salir de la piscina con la necesidad de ir al lavabo. Otra reza que cualquier nadador que se salte metros por problemas en sus gafas es considerado un tramposo”.

Brian McGuinness, coordinador nacional de la Asociación de Entrenadores de Natación Británica, reconoció “que los posibles deportistas olímpicos tienen que practicar intensamente, pero insistió en que la formación era moderna y adaptada a las necesidades del individuo por lo que no se convierte en un problema.“

“Michael Phelps, el americano que obtuvo ocho medallas de oro en Pekín el mes pasado, ha nadado casi 80 Km a la semana durante el pico de formación a partir de su adolescencia”, dijo McGuinness . "Ese es el compromiso necesario si alguien desea convertirse en un atleta internacional. Se trata de una demanda que ocurre sólo en los nadadores que tienen la capacidad, el talento, el deseo de formar parte del proyecto y que a menudo son sus padres que quieren incluirlos".

Eleanor Hudson, una estudiante de 21 años de matemáticas renunció a nadar a la edad de 16 años porque ella ya no podía soportar el agotador régimen de entrenamientos que le exigía pasar de cuatro a cinco horas en la piscina todos los días. Eleanor llegó a ser tercera de Inglaterra de su edad y ganó una beca de Natación para una escuela pública famosa por sus logros deportivos. Pero ella ya hace tres años que no ha estado en una piscina. "Tenía que hacer de cuatro a cinco horas en la piscina todos los días. Tenía que levantarse a las 5.45 para estar en la piscina a 6 horas, Nadar hasta 8,30, con 20 minutos para desayunar antes que empezara la primera clase a las 8.50am. Luego, después de estudiar, tenia otras dos horas en la piscina.”

"Mi programación incluía nadar 70 kilómetros a la semana. Si el monitor cardíaco que me ponían no mostraba suficiente trabajo duro, debía aumentar la intensidad, siempre había más exigencia. Si tenías dolor o la cara roja es que no lo hacía suficientemente bien. Me quedaba dormida en clase y me frustraba ya que nunca lo hacia suficientemente bien, siempre me pedían más. Me sentí muy triste por dejarlo, puesto que empecé muy entusiasmada, pero tuve que soportar demasiada presión. Ahora pienso que aguanté demasiado”.


Traducción del artítulo “Olympic swimming training 'too hard on young athletes'” publicado en ”The Independent”
Por Sarah Cassidy

(NOTINAT)

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