Lo Bueno, Lo Malo y Lo Bonito!.

Artículo hecho por el nadador olímpico, Max Schnettler, en deporteolimpico.cl y que hace mención sobre la actuación chilena en el pasado Sudamericano Juvenil 2013.

El domingo terminó la última de cuatro jornadas que dieron forma al Campeonato Sudamericano Juvenil Chile 2013, realizado en la Escuela Naval de Valparaíso, en donde la Selección Juvenil de Natación conquistó 11 medallas subcontinentales (2 platas y 9 bronces).
No quisiera seguir escribiendo antes de felicitar a cada uno de los integrantes de esta selección nacional, que gracias a su fuerza y dedicación, logró aportar con motivación, compañerismo, puntos y/o medallas a conseguir una destacadísima actuación. Además, nos dejó muy en claro que la natación nacional tiene un alto potencial en las regiones sur y norte de nuestro país. No cabe duda que apoyar y facilitar el desarrollo de estos nuevos polos será una inversión en términos de proveer más y mejores atletas.
En mi opinión, lo que pasó la semana pasada no es más que revivir una esperanza de quienes queremos ver crecer y consolidar esta disciplina. Sabemos que son tiempos de alegrías y celebración, pero no debemos olvidar la importancia del trabajo serio y profesional de quienes lideren la federación.
Quisiera profundizar el punto anterior, con un concepto que no es escuchado regularmente pero es de suma importancia. Me refiero a la construcción de Data Técnica que nos permita tomar más y mejores decisiones para el futuro de nuestro deporte. Por ejemplo y en relación a este sudamericano, hoy sabemos que Chile hizo 40 finales, lo que en principio suena muy bien, pero ¿es eso bueno en comparación a otras versiones? ¿Sabemos cuál es el promedio de finales por campeonato sudamericano durante los últimos 25 años? ¿Esta actuación quebró la tendencia de la última década? ¿Históricamente a Chile le ha ido mejor en pruebas de fondo o velocidad? En mi opinión, estas preguntas se responden hoy con la memoria y no con antecedentes.
Desconozco si la Federación tiene actualmente una capacidad medianamente razonable de contestar preguntas de perfil técnico con base estadística. Si fuese así, sería una buena señal seguir trabajando para fortalecer aún más este aspecto. En todo caso, la motivación para escribir esta columna tiene relación con la incorporación de este tipo de gestión y no con apuntar a alguien con el dedo.
Lamentablemente si no hacemos consciente la necesidad urgente de implementar este tipo de medidas, los resultados que hoy nos llenan de orgullo quedaran en el olvido y dependeremos única y exclusivamente de los recuerdos.

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